Critica y Desafíos de la cultura organizacional en Colombia

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Las organizaciones en Colombia se caracterizan por tener un ADN que las hacen únicas; propósitos pensados originariamente por sus fundadores y que se han transferido generacionalmente entre colaboradores logrando mantener la esencia original de su marca, traducido en sus secretos empresariales y ese sello insuperable de sus productos o servicios; son todos estos significados únicos, que nos permiten entender que no existe una cultura organizacional igual a otra, y que caer en pensar que por pertenecer a un mismo sector económico sean iguales, es símil a caer en el error que pensar que hijos gemelos desarrollarían la misma personalidad o preferencias a pesar de estar en contextos iguales.

De acuerdo con lo anterior, en una organización hablamos de CULTURA, cuando la abordamos desde su sistema de creencias y valores compartidos por los miembros o colaboradores de la organización; la cultura organizacional facilita o dificulta problemas relacionados con el entorno y la integración a nivel interna, como refiere Salazar y colaboradores (2009) la primera son todos los elementos que comparten los miembros y que son indispensables para enfrentar con éxito el entorno, aquí encontramos elementos que todos distinguimos como la misión de la organización, sus objetivos y los recursos con los que cuentan, entre otros. Por su parte, la integración interna abarca aspectos vinculados con la relación interna de los miembros de la organización, su lenguaje, los códigos y la forma en cómo se asocia, las formas de ejercer jerarquía, entre otros comportamientos y actitudes.

Así mismo, es importante aquí resaltar que la cultura se empieza a formar desde el origen, cualquiera que haya sido, por lo tanto, pensar que no existe una cultura organizacional, y que por ello se debe implantar una nueva, es una aproximación equivocada en la cual se cae por quizás tener referentes ideales que no son comparables y en la práctica empresarial lo he visto bastante.

Adentrarnos en entender la cultura de una organización, implica empatizar con su tejido humano, comprender sus prácticas, los grupos que impactan y esas particularidades que se van construyendo en lo cotidiano. Con gran orgullo percibo que en Colombia existen emprendimientos que se convierten en rotundos casos de éxito y que se recuerdan con AMOR o quedan en el imaginario nostálgico del consumidor y que hoy en día gozan de conservar una identidad de marca y una maduración que se va forjando con los años.

“es el caso de referentes empresariales colombianos como Arturo Calle o Crepes and Wafles, por solo citar algunos de los casos de éxito, en donde se reflejan los valores y filosofía empresarial, creando cimientos sólidos a partir de sus ideales y consecuencia de esto han sido elementos de inspiración para muchos otros.”

Seguramente para sus fundadores no fue una tarea fácil y puso a pruebas un gran nivel de resistencia e ingenio. Pero fue gracias a todo esto que la CULTURA ORGANIZACIONAL se mantuvo en el tiempo y en cualquier tipo de desafío, estas empresas producto de esa transición que es orgánica, del ensayo error, del legado de las experiencias, desaciertos, triunfos y del conocimiento de su mercado y las necesidades de sus clientes;

¿QUÉ SOMOS?

¿QUÉ SOMOS? Las empresas colombianas somos un lienzo de sueños, saberes, historias, y dinámicas organizacionales, que se materializan hasta en los pequeños detalles: en como atendemos una solicitud o un reclamo, en el buen trato que damos con el cliente interno – externo, en la forma en como redactamos un correo o en lo que cobra sentido en los momentos de dificultad.

Hoy en día en el auge de conseguir profesionales idóneos y calificados hemos visto con infortunio profesionales con grandes competencias técnicas que no logran adaptarse a esos códigos culturales de las organizaciones, y quemamos procesos por no incluir aspectos como los valores personales del candidato y sus proyecciones de vida, es por esto importante tener en cuenta siempre el contexto y revisar que tan viable es poder cerrar esas VENTANAS que evidenciemos en las entrevistas. Recordemos que impactamos al cliente interno y sus familias.

EL RETO

EL RETO Para nadie es un secreto, que nuestro entorno es cada vez más competitivo, exigente y cambiante, y en contexto de crisis económica y psicosocial producto de una pandemia nos confronta como sociedad y al interior de nuestras organizaciones, frente a estos valores y creencias compartidos y construidos a lo largo del tiempo, en nuestro caso, en Ventana Organizacional la pregunta que nos atañe es ¿Cómo seguir siendo sostenibles en un contexto de crisis? Es una pregunta, que nos hemos hecho todos; frente a esto creo que es necesario incorporar elementos retadores en nuestras culturas, en donde desarrollemos competencias que nos permitan leer rápidamente lo que sucede en el entorno externo, no solamente para visibilizar las amenazas sino también las oportunidades

que nos ofrecen en los ecosistemas en los cual hacemos parte, creo que ese elemento de flexibilidad y de rápida adaptación es un aspecto que persé requerimos seguir cultivando las organizaciones, creo que es el momento para apalancarnos en nuestras fortalezas y en destacar esos saberes y experiencias que hemos capitalizado con el tiempo.

Es ahora el momento de pasar al siguiente nivel y de volver a escuchar a nuestros clientes y entender cuáles son sus necesidades, transformando de manera positiva sus experiencias y expectativas y desde esta postura poder generar más valor en otros.

María Angélica Osorio / VentanaO

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